El diseño de catálogos es fundamental para dar a conocer los productos que vende la empresa. Se trata de una carta de presentación ante el cliente final para que conozca los detalles técnicos así como los precios de venta y costes asociados como el envío. En la actualidad, los catálogos inundan a los consumidores tanto en formato físico como online. Por todo ello, es imprescindible marcar la diferencia a la hora de vender tus productos innovadores.
Ideas de diseño de catálogos que marcan la diferencia
A la hora de crear un catálogo hay infinidad de posibilidades, desde algo sencillo y directo con los productos su descripción y el precio hasta propuestas más originales en las que se busca transmitir un concepto de empresa. A la hora de trabajar con nuevos productos que buscan la innovación y establecer nuevas tendencias se recurre al dinamismo, la fuerza o la juventud. Se trata de marcar la diferencia y demostrar que has venido a establecer nuevas formas de ver la vida y dar un salto hacia el futuro.
Tu catálogo debe basarse en esas premisas, pero nunca perder la calidad. Para asegurar este último punto son imprescindibles dos factores. Por un lado, el diseñador gráfico elegido debe ser capaz de plasmar el concepto y la imagen de la empresa de la manera adecuada. Por otro, si se recurre al formato físico, la empresa de impresión debe contar con los medios y materiales adecuados para transmitir el buen hacer de la compañía. Pero para conseguir crear el diseño perfecto que destaque y marque la diferencia debes recurrir a la creatividad y apostar por ideas únicas y diferentes.

El formato como llamada de atención
El A4 es el formato estándar a la hora de imprimir un catálogo, esto provoca que el cliente se encuentre con diversas opciones idénticas a primera vista. Recurrir a otras variables como los apaisados u opciones de menor o mayor tamaño hará que el tuyo destaque. No tengas miedo de dejar atrás las líneas rectas, si encaja con tu empresa apuesta por los círculos o las curvas. Además, la propuesta online cuenta con aún más posibilidades, puedes recurrir a un vídeo catálogo para marcar la diferencia. El objetivo sigue siendo el mismo, que te recuerden.
La portada es la primera impresión
En el caso de un catálogo en formato físico la portada es sinónimo de primera impresión. Troquelado, relieve, estampados o materiales pueden convertirse en un poderoso atractivo. Es importante que mantengas la coherencia con el interior para lograr armonía en el conjunto. Elegir los materiales adecuados para el conjunto del catálogo es importante, podrás apostar por nuevos papeles, opciones metalizadas o fuente que se salgan de lo estándar. Eso sí, a la hora de apostar por toda esta innovación es fundamental que combine con tu propuesta de productos y mantenga la seriedad del negocio.
La personalización para generar una conexión
El mundo digital abre una gran variedad de posibilidades y uno de ellos es la personalización. Podrás generar una relación mucho más fuerte con tu cliente gracias a añadir detalles pensados solo para él. Incluye su nombre en el catálogo u ordénalo de manera individualizada, que los productos que más pueden interesarle estén al principio. En la actualidad, estas opciones son más sencillas y menos costosas de llevar a cabo y ayudan a generar una imagen positiva de tu empresa en todos los potenciales clientes.
El diseño de catálogos para productos innovadores debe ligarse a la creatividad. Para ello es importante apostar por una empresa de impresión y diseñador gráfico que sean capaces de plasmar el concepto de una manera única y diferente. Las nuevas ideas son la mejor solución para ser recordado