Hoy en día nos encontramos en un mundo tan informatizado y automatizado que ya no solo basta con tener buenas estructuras de comunicación que sean interactivas, sino que las mismas deben potenciar la experiencia de (UX) con la propia interfaz de la página (IU). De este modo, ya seamos directores de una compañía, personas importantes dentro del departamento de tecnología o de recursos humanos, es muy importante tener en cuenta todos estos conceptos para que la empresa pueda funcionar de la mejor forma.

La importancia de la interfaz/experiencia de usuario en los negocios
La experiencia de usuario es un reto que tiene que ver con el diseño estratégico de los productos y servicios. De esta manera, se puede definir como una disciplina orientada al rediseño de los productos y servicios de la mejor manera con el objetivo de que las personas que usen o consumen ese producto o servicio tengan la mejor experiencia posible.
Por tanto, la labor de investigación sobre las necesidades, motivaciones y frustraciones de las personas cuando buscan en Internet es fundamental, más aún cuando lo miramos desde una perspectiva empresarial, donde se entiende que la importancia de la IU es mayor, ya que las personas que acceden a las páginas web son clientes o los propios empleados. Por tanto, resulta vital darles las mayores facilidades para encontrar lo que buscan.
Por tanto, la experiencia de usuario no se queda solo en el hecho de mejorar el uso de los productos digitales, sino que busca diseñar productos que puedan usarse de manera sencilla gracias a una labor de investigación, ideación y definición de estrategias de negocio con la ayuda que aportan los usuarios a los que queremos llegar y atender de la mejor forma.
Metodología de diseño con el usuario como centro de atención
Los emprendedores tenemos que buscar la mejor idea para nuestro negocio y, sobre todo, dar una propuesta de valor única que nos diferencie de la competencia y que nos conecte con el público al que queremos dirigirnos. En este punto tenemos que ver que los objetivos principales están relacionados con el desarrollo de un MVP (Mínimo Producto Viable) y levantar más inversión.
De hecho, los inversores quieren saber cuál es el valor diferencial de nuestra propuesta y buscarán que nuestro producto tenga una irrupción fuerte en el mercado en base a esa ventaja diferencial. Por tanto, si lo comparamos con un competidor grande, nos verán como uno más. De ahí que sea tan importante tener esa diferenciación, tanto para que nos conozcan y vean nuestra propuesta como para que se queden con nuestros servicios en lugar de acudir a la competencia.
¿Qué nos aporta la UX?
Como decimos, la UX hará que nuestra propuesta sea diferente y para ello podemos comenzar con un estudio de la competencia pero sin quedarnos ahí. Veremos qué ofrecen los demás y lo trataremos como una información de valor pero solo nos servirá para saber si de verdad nos estamos diferenciando.
Después, si lo vemos desde el punto de vista de la UX, tendremos que definir el perfil de las personas a las que nos queremos dirigir y a las que les vamos a ofrecer nuestro producto. De este modo podremos empatizar con ellas y ver qué necesidades tienen y cuáles no están cubiertas, así como sus frustraciones y motivaciones, y sobre todo qué podemos hacer para solventar esas frustraciones que pueden tener cuando entran en una página web. Es decir, le daremos la solución al problema que tienen en esos momentos.
Entonces, para conseguir esta información tendremos que investigar al usuario final, que no es más que la persona real que está detrás de la pantalla. Para ello es necesario trabajar sobre hipótesis con los conocimientos que tenemos y las comprobaremos con cuestionarios, entrevistas y otras técnicas de investigación.
Y cuando tengamos clara la propuesta de valor única que podamos dar tendremos que definirla tanto en el concepto como en el modo de ofrecerla al cliente/usuario. Entonces será el tiempo de desarrollar un primer MVP con ideas claras y consistentes que puedan ser explicadas a un inversor de una manera atractiva.
Después, en periodos más avanzados, tendremos que valorar la respuesta que tienen los users al usar el MVP o consumir lo que estemos dando, así como comprobar la propuesta de valor para terminar de ajustarla a las necesidades de los clientes, pero también porque nuestra competencia hace cambios constantes y evoluciona con el tiempo. Por tanto, esto es un reto que no debe quedar definido y olvidado en un principio, sino que el mismo debe irse revisando y mejorando cada día.
¿Cuál es nuestro público?
Del mismo modo que definimos la propuesta de valor, debemos tener claro también a quién nos queremos dirigir y cómo lo vamos a hacer. De hecho, en función de la edad de las personas que consideremos como nuestro target tendremos que establecer unos mensajes, códigos e imágenes diferentes. Al final se trata de adaptarnos lo máximo posible a nuestros usuarios para que los mismos tengan la mejor experiencia cuando visiten nuestra página y vuelvan y/o la recomienden.
Por ello, para la población joven podemos ver que los mensajes suelen ser más directos e incluso es normal ver signos de exclamación en los textos, imágenes con mayor vivacidad de colores e incluso mezclas de ambos. En cambio, si nuestro producto o servicio está dedicado a personas de mayor edad tendremos que ser más precisos en los mensajes e imágenes y adaptarlos a su lenguaje, o bien si diferenciamos también entre lenguaje formal e informal.
De la experiencia a la conversión
No cabe duda que todas las empresas tienen que buscar un rendimiento con los productos que ofrecen. Por tanto, esta experiencia de usuario no solo llevará a que los usuarios tengamos una mejor vivencia dentro de la página web, sino que también ayudará a que haya más conversiones en la misma, traduciéndose en ventas al final o en recomendaciones que puedan derivar en otras ventas.
Finalmente
En definitiva, con todos estos aspectos se pretende que la experiencia de usuario lleve a buenas vivencias de los clientes por la web y, de este modo, estén satisfechos con nuestros productos o servicios.