Sabemos que a día de hoy estamos rodeados/as de logotipos. Los logotipos están muy presentes en nuestra vida. Algunos ya nos pasan casi inadvertidos de tanto verlos. Pero, ¿cómo surgieron los logotipos? ¿Eres capaz de imaginarte un mundo sin logotipos? Vivimos con ellos e identificamos nuestras preferencias de compra a través de ellos.
Cosas que no sabías sobre los logotipos
Los logotipos son tan antiguos como la humanidad, aunque no lo creas. Entendemos logotipo como una forma de identificar un producto, empresa, grupo, o cosa con una imagen. Con esa idea nos podemos remontar a la época del paleolítico. Sí, lo que oyes: las primeras pinturas rupestres son una forma de logotipo. Fueron desarrollándose a través de las distintas etapas de la historia.
Los egipcios crearon toda una serie de símbolos o logotipos para definir situaciones, personas y cosas. Más adelante, en la Edad Media, se usaban banderas con logotipos para identificar a diferentes regiones o grupos militares. De ahí surgieron los heraldos, o escudos de casas familiares, que permitían identificar a grupos concretos de personas por el dibujo o logo que portaban.
El uso de logotipos fue mezclándose en la historia de la humanidad. En 1876 apareció el primer logotipo comercial. Este logotipo correspondía a la cervecería Bass Brewery, una de las principales fábricas de cerveza del Reino Unido. La cervecería Bass registró por primera vez un logo que identificaba su marca, y lo aplicó a toda su producción y publicidad.
El segundo logo que surgió como tal, fue el logotipo de la Cruz Roja en 1881. Por otro lado el famoso logo de la archiconocida marca Coca-Cola surgió en 1982. A partir de ahí, empezaron a crearse logos para grandes empresas y corporaciones como IMB, Ford, UPS, etc., hasta llegar a nuestros días.
Hoy en día, los logotipos son tan habituales, que no sabríamos vivir sin ellos. Es más, hay consumidores que se identifican personalmente con los logotipos de sus marcas preferidas. Tanto es así, que los usan como una forma de transmitir un determinado mensaje. También significa pertenecer a un determinado grupo social.
De ahí que haya marcas cuyo logotipo sea mundialmente reconocido, atribuyéndole ciertos valores a sus productos. Solo con ver el logo, pensamos inmediatamente en dichos valores. Por ejemplo Nike, Adidas, BMW, ebay, Amazon, Starbucks… y una larga lista de logos que todos conocemos.
Pero, ¿a qué se debe el éxito de ésos logos? Principalmente al hecho de que, teniendo en cuenta que el logo es el resumen visual de una empresa y sus valores. Estas grandes marcas han sabido diseñar un logotipo que nos cuenta una historia.
De hecho, nos cuenta una historia de éxito, positivismo y felicidad. Todas ellas apelan al bienestar emocional de los posibles clientes, y ahí es donde captan su atención. Al ver un logo bien diseñado, el cliente automáticamente atribuye al logo las características del producto. Esta conexión con el logo lo empuja a adquirir el producto. Para su subconsciente, no solo está adquiriendo un producto, también está adquiriendo todos los valores añadidos que el logo representa.